La semana pasada un pirata informático accedió a la computadora de uno de los empleados donde trabajo e instaló un programa de ransomware que bloqueó miles de archivos con información delicada. Este tipo de programa malicioso (del inglés, ransom por recompensa y ware de software), busca que pagues para recobrar el acceso a tus archivos afectados.
El proceso es simple. Recibes un correo con un enlace que parece legítimo diciendo que cambies tu contraseña porque tu sistema está en riesgo. Haces clic en el enlace y provees tu contraseña; esta técnica se denomina phishing, o suplantación de identidad.
Con esto se instala el ransomware en tu computadora y lo autoriza para tomar rehenes a todos los archivos en la red a los cuales tienes permiso de acceder. Cuando su trabajo está completo y tu sistema inservible, el hacker te envía un correo clandestino pidiendo el dinero del rescate. ¡Un ladrón muy sofisticado!
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir (Juan 10:10).
Esta es solo una de las posibles maneras de poner en riesgo tu contraseña en un mundo donde el cibercrimen crece para convertirse en el negocio ilegal #1. Es imperativo que salvaguardes tu patrimonio digital. ¿Qué puedes hacer? Sigue estos 5 consejos prácticos para que protejas tu contraseña.
1. No hagas clic a ningún enlace pidiendo acceso a ningún sistema
No importa si la fuente parece o no legítima. Ni lo pienses. Nunca, nunca, nunca le hagas clic a un enlace pidiendo que cambies información personal.
Por ejemplo, un correo de Microsoft pidiéndote que hagas clic para cambiar la contraseña de tu correo electrónico, o un correo de tu banco diciendo que por razones de seguridad necesitas hacer clic porque tus cuentas pueden estar afectadas. Dije NUNCA, ¿verdad?
Si tienes dudas de que tu sistema pueda estar comprometido, ve al servicio en cuestión directamente. Abre otra ventana en tu navegador o la aplicación de tu móvil y cambia tu contraseña allí en caso de ser necesario.
2. No compartas tu contraseña con nadie
Parece obvio pero no lo es. Sobre toda cosa digital guardada, guarda tu contraseña. Darle acceso a alguien para que use tu contraseña es como darle la combinación de tu caja fuerte o la llave de tu casa.
Algunas formas de compartir la contraseña no son tan obvias. Por ejemplo, no la escribas en una notita de papel y la dejes debajo de la computadora. No las pegues en el refrigerador. No se la dictes a nadie. Si el sistema es crítico, no la mandes por correo electrónico o texto.
En contadas ocasiones y para sistemas que no comprometen tu información personal, necesitas compartir tu contraseña. Hazlo pero bórralas apenas puedas. Destruye la nota. Borra los textos. Luego ve al sistema y cámbiala. Es la mejor manera de protegerla de vuelta.
3. No uses contraseñas simples
Los hackers son especialistas en desarrollar software que pueden ir probando todos los caracteres de tu contraseña con rapidez.
Por ejemplo, no uses tu nombre, ni el nombre de tu perro. No uses otra información confidencial; usar tu número de seguro social o de tarjeta de identidad como tu contraseña es muy mala idea. Los expertos dicen que ni siquiera uses una palabra del diccionario.
Las contraseña más común son la palabra ‘password’ (contraseña en inglés), ‘1234’ (o más dígitos), palabras obscenas y nombres de películas o personalidades. No uses ninguna de estas.
4. Usa contraseñas complejas
Cuanto más compleja sea tu contraseña mejor. Yo tengo dos contraseñas complejas que no tienen ningún significado real. Dependiendo del sistema uso una de ellas o las junto para que sea más larga y por ende más segura. A veces la corto en trozos y combino las partes, pero son las mismas dos contraseñas.
Algunas formas de hacer tu contraseña más compleja son:
- Utiliza una combinación aleatoria de números, letras y caracteres especiales
- Reemplaza números por letras o caracteres especiales o de apariencia inversa
- Hazlas más largas, 16 caracteres por ejemplo, en vez de 4
Por ejemplo, en vez de ‘password’ (8% seguro) usa ‘P455M0rd’ (80% más seguro). Puedes revisarlo por tu cuenta en Password Meter. Mis dos contraseñas combinadas me dan la mayor protección, como puedes ver en la gráfica:
Medidor de contraseña
5. Usa una aplicación para guardar todas tus contraseñas
Existen aplicaciones encriptadas en la nube, para tu computadora o para tu móvil para administrar tus contraseñas. Llevo varios años utilizando una llamada Keeper (www.KeeperSecurity.com).
Al utilizar una aplicación tendrás las siguientes ventajas:
- No más Post-it Notes® debajo de tu teclado
- Memorizas sólo una contraseña, la más compleja posible
- Manejas todas tus contraseñas desde un solo lugar
- Compartes las contraseñas que necesitas compartir sin riesgos de transmisión
- Dejas de compartir la contraseña cuando lo desees
- Creas contraseñas bien complejas que no tienes que memorizar
- Añades toda la información pertinente (usuario, sitio web, notas)
- Accedes la contraseña desde cualquier aparato y es fácil de buscar
- Integras con tu navegador para ingresar a cualquier sitio web
Ahora conoces por lo menos 5 consejos prácticos para proteger tu contraseña y vivir una vida digital más segura. Por cierto, en el trabajo decidieron no pagar ningún rescate al ladrón cibernético y recurrir al respaldo de los datos para recuperar los archivos, pero ese es tema de otro artículo.
Y tú, ¿puedes asegurarme que todas tus contraseñas están protegidas? ¿Usas alguna herramienta para administrarlas?
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