En vez de una serie de preguntas y respuestas, en esta ocasión es la propia cantautora Tanya Godsey quien describe el proceso de composición del primer sencillo de su nuevo álbum, que también fue la primera canción surgida de este nuevo proceso de volver a escuchar la música de Dios.
Una vez hace mucho tiempo oímos la música. Cuando el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas y Él separó la luz de la oscuridad, cuando Dios reunió las aguas en un lugar, hizo todo lo que vive y sopló su aliento en la humanidad, Él habló. Dios creó y luego repitió lo que pudo haber sido el primer estribillo del mundo: “Era bueno”. Él creó, un día tras otro y con cada nueva creación este mundo y la vida tal como la conocemos se convirtió en una continua y hermosa canción. El artista original había comenzado la orquestación de la sinfonía de todas las cosas y toda la creación se unió en su estribillo.
Hubo una vez cuando yo oí la música. Sé que la canción estaba pulsando a través de la habitación cuando tomé mi primer aliento. En el ritmo palpable de los corazones latiendo alrededor del mío, el susurro de celebración y los suspiros de alegría, la música estaba tocando y me uní a la canción cuando sonaron las primeras notas de mi nueva y pequeña voz. Sí, Hubo una vez cuando me uní a la música.
No puedo recordar el momento en que dejé de escuchar la música, pero mientras me acomodaba en la edad adulta temprana era como si la señal se hubiese vuelto débil. De vez en cuando podía escuchar un hermoso eco aquí y allá en el canto matutino de un gorrión o en la risa de un niño, pero era como si la estática de la vida se hubiese vuelto cada vez más alta.
A medida que mis oídos se hicieron más sensibles a los sonidos post-Eden del ajetreo, la nostalgia y la injusticia en el mundo, empecé a anhelar cada vez más la capacidad de oír la belleza orquestada que sabía que se había estado tocando todo el tiempo, corriendo libre en el mundo de nuestro Padre. Quería escuchar la música de nuevo, el tipo de música que continúa pulsando a través del mundo creado cantando el mismo estribillo que Dios habló en Génesis capítulo uno: “¡es bueno!” “¡Somos buenos!” porque Él nos hizo… pero sobre todo porque Él nos ama.
Y quería unirme a la música de nuevo. Quería experimentar el asombro y la maravilla y la alegría de la salvación y el don de la respiración en mis pulmones y luego decir mis propias historias de Dios. Quería recuperar mi asiento en la celebración de la vida y sentarme bajo el hermoso coro del Evangelio mientras éste se derramara sobre mí y sobre todas las cosas. Quería unirme en la canción de la redención de nuevo y tener el valor de tocar mi parte tan valientemente que las voces de miedo y dolor fueran ahogadas por los sonidos de la compasión, la esperanza y el amor. Quería estas cosas tanto que mi corazón apenas podía soportarlo, así que junté coraje y oré. Mi oración fue simplemente esta: Querido Dios, enséñame cómo escuchar… otra vez.
Una cálida tarde a finales de mayo, reuní lo que quedaba de mi valor para sentarme en el silencio. Me senté y esperé y luego oí el más débil de los sonidos. Era la música intentando, desesperadamente, llegar hasta mí otra vez. Al ponerme de pie pude sentir la melodía y el ritmo y las palabras comenzar a resonar con creciente e inconfundible claridad. Tomé asiento frente al piano y mi esperanza era que este momento fuera mi oportunidad de volver a unirme al estribillo. A las pocas horas, “We Are Your Song” nació como la respuesta más emotiva y festiva a la oración que alguna vez he recibido y la primera de muchas canciones que yo oiría en una nueva temporada de audición.
Es mi gran alegría enviar esta canción por el mundo como una banda sonora de celebración para aquellos de nosotros que necesitamos que se nos recuerde que a los ojos del Padre somos amados, recordados, y Suyos. Salmos 145:9 (NTV) nos dice: “El Señor es bueno con todos; desborda compasión sobre toda su creación”. El Maestro orquestador de todas las cosas, todopoderoso, omnipresente y omnisciente, también es un Padre amoroso que mantiene en pie toda la creación, e incluso a nosotros.
“We Are Your Song” es mi protesta sin complejos contra la oscuridad, la tristeza y la injusticia de este mundo y estoy encantada de volver a unirme a toda la creación al cantar “¡es bueno!” ser conocida, ser amada y ser Suya.
Recientemente, tuve la experiencia profundamente conmovedora de descubrir el trabajo de International Justice Mission (Misión Internacional de Justicia), que era una organización destacada en un Retiro de IF:Gathering, donde lideré la alabanza esta primavera boreal. Mi corazón fue traspasado al escuchar la forma en la que defienden el Evangelio en muchos países. Es mi gran alegría y un honor donar todas mis ganancias de este sencillo para continuar su digna misión, mientras se oponen a la oscuridad en todo el mundo.
Acerca de Tania Godsey
La galardonada cantautora Tanya Godsey ha grabado dos álbumes de larga duración ampliamente aclamados (Telling Time [2011], Nothing Less Than Everything [2009]), ha llevado a casa el premio para Canción Internacional CCM del Año de la GMA (Asociación de Música Gospel) y ha compartido su música en giras por todo EUA. Llamada a ofrecer esperanza de inspiración bíblica y verdad que se conecta profundamente dentro del corazón del oyente, Godsey lanzará en septiembre su tercera producción, Love Lines The Last Horizon [El amor delinea el ultimo horizonte].
“We Are Your Song” es el primer sencillo de este nuevo álbum de Tanya Godsey, y está disponible en puntos de venta digital. La canción y el nuevo álbum son una colaboración con el reconocido productor Ben Shive, que también produjo su sencillo de Navidad 2014 “In One”.
Godsey nació y se crió en Dallas, Texas y actualmente reside con su marido, Jake, y dos niños pequeños en Murfreesboro, Tennessee.
[Traducido desde el original escrito por Tanya Godsey]
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