Jonathan Cain, desde hace mucho tiempo tecladista y guitarrista en la banda Journey, co-autor de la canción de catálogo digital Nº1 en la historia, “Don’t Stop Believin’” así como escritor de “Faithfully” y co-autor de “Who’s Crying Now”, “Open Arms” y muchos éxitos internacionales más, lanza hoy su álbum en solitario, What God Wants to Hear, en Identity Records y distribuido por The Fuel Music.
Cain — que continúa de gira por el mundo con Journey, una de las bandas de rock estadounidenses más populares de todos los tiempos — elaboró su nuevo disco en solitario a partir de su andar de fe personal que comenzó en Chicago, cuando, a una corta edad, quería ser sacerdote.
Su fe fue desafiada después de que sobrevivió a un horrible incendio en el tercer grado en su escuela, Nuestra Señora de los Ángeles, donde 92 de sus compañeros de estudios, junto con tres monjas murieron ese día. Caín encontró la sanidad y la redención en la música, y su largo “viaje” [journey] le llevó de nuevo a la fe seminal de su juventud.
Luego de soportar tormentas profesionales y personales, Caín declara: “Solo Dios puede tomar un lío [mess] y convertirlo en un mensaje [message], una prueba [test] en un testimonio, un problema en un triunfo, una víctima en una victoria”.
El primer sencillo de su nuevo disco, “Deeper than Deep” [Más profundo que lo profundo], como el resto de What God Wants to Hear, fue grabado en Addiction Sound, el moderno estudio de Cain en Nashville. El video de la canción, que será lanzado en breve, presenta fotografías que Cain ha tomado a lo largo de los años.
El retorno de Cain a su fe coincidió con el descubrimiento del amor y la sanidad a través de la pastora Paula White, ministro principal del New Destiny Christian Center en Orlando, con quien se casó en abril de 2015. Dirigiendo la alabanza en la conferencia anual de mujeres de su esposa, Cain encontró una nueva alegría en su música. “Nunca lo había oído cantar así”, dice White. “Algo había cambiado en él”.
Después de ser estimulado para grabar música que refleje este nuevo gozo, Cain se preguntó: “¿Qué quiere Dios oír de mí?” Poco después, las canciones empezaron a fluir. “Siempre he estado en la búsqueda de canciones desde que era joven”, comparte él. “Nunca había tenido alguna idea de lo rica que es la Biblia en cuanto a imágenes. Me perdí en ella”.
Con reminiscencias de cuando casi se dio por vencido en cuanto a sus sueños musicales y su padre pronunció la ya famosa línea “No dejes de creer”, Cain ahora siente que está empezando a creer de nuevo.
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