La cantante y compositora puertorriqueña Sheila Romero, quien en meses recientes dio a conocer “La Puerta“, el primer tema promocional de su álbum Preciosa Sangre, estrena el videoclip de esta canción, ambientado en una locación que recuerda la Tierra Santa, con la intención de llevar al corazón a ese momento de victoria definitiva de Jesús sobre la muerte.
El videoclip que acompaña a “La Puerta” — dirigido por Louie Abrego y producido por él y Sheila Romero — fue grabado en una locación del norte de México, en una exhacienda del municipio de Mina, Nuevo León. El lugar es desértico y solitario, lo que proporcionó el marco perfecto para esta producción.
“Tuvimos la oportunidad no de movernos a Israel, sino encontrar un lugar que en nuestra imaginación y nuestro corazón nos llevara ese sitio en donde Jesús estuvo, o donde realmente fue la tumba y ya la puerta se abrió. De alguna forma capturó lo que simbólicamente queríamos plasmar en este video”, explica Sheila.
La experiencia de esta grabación fue especial para Sheila Romero, porque su percepción de esta canción ha ido cambiando con el tiempo.
“Cuando tuve la oportunidad de, en mi tiempo de intimidad, componer ‘La Puerta’, supe que era un tema muy especial porque el Espíritu de Dios lo había traído a mi vida, pero no lo había valorado o no le había dado tanto énfasis como al otro — “Preciosa Sangre” — que verdaderamente era muy especial para mí”, explica ella sobre la forma en que “La Puerta” ha ido creciendo en su corazón a partir del lanzamiento del álbum. “Ahora que tengo la oportunidad de meditar más en lo que hay detrás de la canción que escucho e interpreto constantemente, ha acaparado un lugar muy amplio en mi corazón, porque veo cómo la presencia de Dios se manifiesta donde quiera que lo cantamos… cómo las ventanas de los cielos se abren”.
Durante su viaje a México en el mes de octubre, tuvo oportunidad de ministrar en una iglesia de Monterrey, en donde pudo experimentar de primera mano estas palabras.
Ella lo recuerda como una “experiencia poderosísima” en la que “fueron transformados los corazones y los rostros, todos sintiendo el cambio que Dios había provocado, como diciéndonos: ‘Esto es lo que yo quiero escuchar de mi pueblo, que entiendan que yo les amo, que envié a mi Hijo para salvarlos pero que hay acceso a mi presencia, no tienen por qué sentirse distantes como hijos que de repente han cometido demasiadas faltas y no se pueden acercar a su padre’. No, Dios no mira nuestra falta de santidad, Dios mira la santidad de su Hijo”, finaliza Sheila.
Síguela en Twitter.com/SheilaRomeroMus y Facebook.com/SheilaRomeroMusic.