La iglesia existe por su misión. A diferencia con otras organizaciones que nacieron de alguna actividad o de algún oficio y después se volvieron para crear una misión, la iglesia nació por su misión.
Para la iglesia, la misión no es una declaración sino un imperativo.
Recibimos la misión de la boca del mismo Señor Jesucristo en lo que se ha llegado a conocer como “La Gran Comisión”, cuando dijo:
Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura (Marcos 16:15).
Y:
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes (Mateo 28:19-20).
De esto se deriva que la misión de la iglesia consta de cinco funciones esenciales, las cuales me gusta referir como Las 5 aes de la misión: adorar, aprender, alcanzar, ayudar y administrar.
Una iglesia saludable y balanceada atiende estas cinco funciones y no es negligente con ninguna de ellas, sino que alinea todo lo que hace — todos sus programas y eventos, todas sus interacciones con la comunidad y el mundo — bajo su cobertura.
Adorar
El primer mandamiento en prioridad. Derivado del gran mandamiento, amar a Dios (el primer amor), encuentra su expresión corporativa mediante el culto o liturgia.
Antes de que me juzgues por usar esta palabra, déjame explicar que la palabra liturgia proviene del verbo griego leiturgéo, el cual significa servir públicamente, y se refiere al orden y la forma que adquieren las ceremonias de la celebración del culto a Dios.
Tú tienes la responsabilidad personal de adorar pero también debes participar de la adoración corporativa en el cuerpo de Cristo.
Alcanzar
Jesús le dijo a los discípulos antes de Su ascensión, “serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8), lo cual hace eco a Marcos 16:15 en el mandato a la evangelización.
Tú tienes que proclamar el evangelio de manera dinámica, conquistando nuevas fronteras, abriendo nuevos mundos.
Aprender
La comisión de Jesús no fue tan solo la de predicar el evangelio sino la de hacer discípulos. El discipulado implica una relación continuada por el resto de la vida del creyente.
Tú necesitas entrenarte para vivir la vida cristiana en santidad, aprender las escrituras y reproducirte en otros.
Ayudar
El segundo mandamiento en prioridad, el ejercicio de amar al prójimo como a nosotros mismos (Marcos 12:31). En nuestra cultura, el amor es algo que se dice de manera romántica, pero en la Biblia, el amor es acción integral. Jesús nunca les dijo a los discípulos “los amo,” pero mostró su amor entregando su vida para rescatarles.
Tú debes amar a tu prójimo de forma práctica, usando múltiples estrategias que van desde el impacto comunitario hasta programas de justicia social.
Administrar
El primer mandamiento cronológico. Génesis 2:15: “Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara,” ocurrió antes de que Dios le entregara los Diez Mandamientos a Moisés.
La palabra administrar viene del latín, combinando ad (que significa delante de) y ministrare (que significa servir o ejercer una vocación), la misma raíz de la palabra ministerio. La palabra ministerio a su vez contiene la palabra latina minus, o menor, fortaleciendo la idea de servicio los demás.
Cuando los apóstoles se disputaban quién sería el mayor de ellos, el Señor les respondió: “No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve” (Lucas 22:26). Jesús nos reveló esta verdad escondida en la escritura:
Tú eres mayordomo de tu casa, necesitas servir a los de la familia de la fe.
Tu misión es un mandamiento de cinco aes. En el artículo de la semana pasada definí las 5 columnas vitales de la tecnología. Al consideramos además las cinco funciones esenciales de la iglesia, estamos en la capacidad de definir la tecnología ministerial de la siguiente manera:
La tecnología ministerial es una red cultural interconectada de personas, sistemas, procesos, políticas y equipos que le permite a la iglesia realizar las cinco funciones esenciales de su misión en el mundo que le rodea.
Las tecnologías ministeriales son tecnologías puestas al servicio de cada una de las funciones de la iglesia. Cada una de ellas han sido desglosadas en los siguientes artículos:
- 3 matices bíblicos de la tecnología de adorar
- 4 dimensiones imperiosas de la tecnología de alcanzar
- 5 esfuerzos continuos de la tecnología de aprender
- 4 estrategias de servicio de la tecnología de ayudar
- 4 actividades básicas de la tecnología de administrar
Y tú, ¿vives de acuerdo a la misión? ¿Tienes un ministerio de tecnología balanceado en sus 5 funciones esenciales?
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