Sheila Romero presenta un nuevo y poderoso tema de adoración titulado “¡Cómo No Voy a Adorar!” que se encuentra en su álbum Preciosa Sangre.
La producción recuerda la muerte de Cristo en la cruz como pago por los pecados del mundo, pero también es un llamado a responder en gratitud con un corazón rendido a la voluntad de Dios.
Sheila promueve su nuevo tema con un videoclip grabado en Monterrey, México bajo la dirección de Luis Abrego, el cual la muestra en un ambiente personal y con una iluminación cálida, acompañada de una banda y de un grupo de adoradores que se unen a su canto.
La canción es una composición de Ángelo Emilio Frías, integrante del grupo Barak. Sheila Romero comentó sobre su contribución con esta canción: “La meta detrás de esta producción era levantar el nombre de Jesús y su sacrificio, y tan pronto que el compositor y productor Ángelo supo acerca del corazón de la producción deseó sumarse a la misma aportando este gran tema”.
“¡Cómo No Voy a Adorar!” es una balada con el peso de una letra anclada en la Escritura, no únicamente por proclamar la salvación a través del sacrificio de Jesús, sino porque, como el Salmo 103:2 — “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios” — insta a volcar el corazón en reconocimiento de Dios y de Jesucristo.
“Hay algo especial en la letra y es que provoca una acción. La expresión planteada, ¡Cómo no voy adorar!, nos confronta a desatar en nosotros la correcta acción de adorar”, reflexionó Sheila. “Jamás deben de agotarse las razones para dar gracias a Dios por su hijo Jesús”.
Para Sheila Romero, esta canción genera también pasión por Jesús y la coloca frente a la misión de cada discípulo de Jesús. “Como sacerdotes tenemos la responsabilidad de llevar el pueblo a un encuentro con Dios. Sin embargo, muchas veces el cansancio, los retos y las rutinas pueden provocar que la pasión disminuya. Por lo que nuestro trabajo es ayudarles a recordar y revivir nuestra pasión por él”.
En ese sentido, “¡Cómo No Voy Adorar!” es “un recordatorio del sacrificio de Jesús y lo que nos brinda. Las declaraciones en el puente de esta canción — “su sangre me limpió, tu amor me rescató. ¡Cómo no voy adorar!” — nos llenan de fe y ardiente pasión por él. La pasión nos lleva a una relación y mientras provoquemos esto en los corazones con la adoración, estaremos despertando a un pueblo a vivir apasionados por Jesús”, concluyó la cantante.
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