Al igual que las estaciones del año, nuestras vidas tienden a evolucionar en un patrón interminable de partes iguales: lluvia y sol. Es la forma en que crecemos, tanto física como espiritualmente. Del mismo modo que el invierno se convierte en primavera, nuestras vidas cambian de frío y oscuro a brillante y hermoso una vez más.
Para Bethel Music, las temporadas de la vida — tanto buenas como malas — tienden a ser un tema recurrente. El colectivo de creativos con sede en la Iglesia Bethel en Redding, California, comparte las experiencias de los demás mientras beben a fondo en el pozo de la comunidad, forjada a partir de décadas de adorar y vivir la vida juntos.
A lo largo de los últimos años los líderes de adoración que tienen a Bethel como su hogar han caminado a través de temporadas de pérdida, dolor, alegría y victoria, no sólo como un cuerpo de creyentes, sino como amigos que se sienten como una familia. Convirtiendo esas temporadas en canciones, el grupo creó el modelo para su más reciente grabación en vivo, Have It All [Tenerlo todo].
“Cuando uno es amigo de todos estos chicos y sabe por lo que han pasado… y luego una canción sale de esa temporada, siempre tiene una historia de trasfondo”, dice el líder de adoración Brian Johnson. “Todos teníamos cosas similares que habían sucedido, ya sea buenas o malas, y este disco va a demostrar que todos logramos completar el viaje y tenemos algo que mostrar por ello en la forma de una canción”.
Un juego de dos discos llenos de energía, Have It All es la primera grabación en vivo en la Iglesia Bethel desde For The Sake of The World de 2012. El álbum de 14 pistas captura la adoración apasionada en los servicios de fin de semana de Bethel, y cuenta con canciones dirigidas por nombres que se están convirtiendo rápidamente en sinónimo de adoración moderna, incluyendo a Brian y Jenn Johnson, Jeremy Riddle, Steffany Gretzinger, Amanda Cook, William Matthews, Jonathan Helser, Paul y Hannah McClure, Kalley Heiligenthal, Josh Baldwin y los recién llegados a Bethel, Leeland y Cory Asbury.
“Para la experiencia de adoración, no hay nada más poderoso que un grupo de personas que cantan las mismas canciones al mismo Dios”, sostiene Brian. “Además, hay algunos momentos espontáneos que ocurrieron como resultado de esa atmósfera, y es difícil de captar eso en el estudio si no estás haciendo una grabación en vivo”.
La mezcla diversa de líderes de adoración es intencionada. Si hay una cosa que se asocia con Bethel, es la comunidad, y Have It All destaca el talento individual de los miembros que componen el colectivo Bethel. También es una oportunidad para poner de relieve los aspectos variados del carácter de Dios a medida que se revelan a través del estilo único de cada líder de adoración.
“Todo lo que hacemos es ‘co’… Co-escribimos; co-dirigimos. Hay un elemento de comunidad que es parte de nuestro equipo aquí a nivel local; pero también en el álbum, que da la sensación de esa comunidad”, explica Brian. “Creo que todos tienen atributos específicos, y las canciones que dirigen realmente capturan su unción y dones específicos. Así que tratamos de hacer eso en este disco — no sólo resaltar a cada artista, sino también exponer a las personas a Dios de una manera nueva”.
Have It All presenta a Leeland y Cory Asbury a los oyentes por primera vez, sin embargo los entusiastas de la adoración saben que aunque ambos son nuevos en la familia de Betel, ninguno de los artistas es nuevo para el movimiento de adoración en general.
“Hemos sido amigos con estos chicos durante años y años, por lo que probablemente para el mundo, serían caras nuevas, pero estos tipos son leyendas”, afirma Jenn Johnson. “Han estado liderando y conectados a la iglesia local durante años. Así que aunque los estamos acogiendo como ‘diferentes y nuevos’, ellos han estado haciendo lo que están haciendo, en una configuración similar a la que tenemos, desde hace mucho tiempo”.
Las canciones que componen Have It All ya han tenido un efecto transformador sobre la congregación Bethel, y los líderes de adoración de la iglesia consiguen un asiento en primera fila para ver a Dios moverse.
“Es muy hermoso ver a la gente cantar algo que ni siquiera creen todavía, pero uno puede ver que transforma todo en su vida mientras lo cantan en fe”, comparte Jenn, esposa de Brian y su compañera como líder de adoración. “Y entonces también uno observa a gente que lo canta porque han pasado a través de la tormenta y están afirmando: ‘Sí, Dios, tú eres fiel’. Así que es realmente agradable observar a la gente en cualquier etapa de la vida cantando declaraciones de quién es Dios… desde el otro lado, en la victoria”.
Si una serie de temporadas forma el telón de fondo de las canciones, la rendición es el corazón de todo el álbum. La pista del título sirve como el eje de la compilación. La canción se materializó inesperadamente en un servicio semanal. Brian y Jenn estaban sentados en la primera fila del auditorio absorbiendo el mensaje de la mañana, y durante el llamado al altar, Brian comenzó a cantar espontáneamente palabras de sometimiento.
“Fue uno de los pocos momentos en que no estaba tratando de escribir una canción, y ella simplemente salió. Entonces me di cuenta: ‘¡Oh, esto es una canción!’”, admite Brian. “Ella resume la última temporada de rendirse a Él en todas las cosas”.
Bethel también espera que la nueva colección de canciones inspire a los creyentes a abandonar la vida del cristianismo tibio y a medias. “Creo que el llamado de Dios a la Iglesia es a estar totalmente adentro — nada oculto, completamente rendidos, buscándolo, y entregados”, dice Jenn. “Creo que es un mensaje que está entretejido a través de todo el álbum, pero yo creo que es un tema que está enhebrado a través de todas nuestras canciones y, definitivamente, todas nuestras vidas”.
“Hay un siguiente nivel de rendición a Dios en este álbum”, añade Brian. “El verdadero arrepentimiento es una vida que ha cambiado y se ha sometido a él por completo, y las mejores canciones vienen cuando se trata de una canción honesta que realmente empieza en un lugar en el corazón y en una postura de adoración”.
Desde el himno de bandera blanca “Have It All” a la reverencia de “Greatness of Your Glory” o la maravilla celebratoria de “Heaven Come” — un tema profundamente personal escrito después de que la bisabuela de Jenn falleció — el álbum respira nueva vida hacia los lugares sin vida y planta semillas de la verdad en lo profunda del corazón y el alma del creyente. Al igual que la mujer que rompió su frasco de perfume sobre los pies de Jesús, dándole lo mejor que tenía, Bethel Music extiende Have It All como su propia ofrenda fragante a él.
“Es una imagen de nuestras vidas”, explica Jenn, “no solo en las cosas grandiosas, sino también en los pequeños detalles de nuestra vida — nuestras actitudes, la forma en que hacemos las cosas, y cómo amamos a las personas. Todo eso es adoración; nuestro estilo de vida es adoración”.
Cada canción en Have It All sirve como un recordatorio de la fidelidad de Dios en medio de cada temporada, y Brian y Jenn miran hacia atrás en cada una de ellas con una sensación de gratitud y asombro, al reflexionar sobre las lecciones aprendidas y el crecimiento experimentado.
“Parte de esto es sólo aprender, no importa qué temporada está pasando, para encontrar el gozo en ella. Creo que la madurez ocurre cuando puedes mantener tu alegría y amor, no importa lo que estés sintiendo”, observa Brian, añadiendo: “Es un poco como profetizar a otras personas que hay una canción que te espera al final de tu temporada”.
“Incluso en tu temporada”, añade Jenn. “Estamos realmente invertidos en las personas en nuestra iglesia… Creo que el hecho de que realmente nos amamos y nos gusta lo que Dios está haciendo en el planeta, realmente se refleja en lo que estamos haciendo porque es real”.
Cuando las canciones de Have It All sean liberadas por el mundo, el más profundo deseo de Bethel es que el mensaje supere a la persona que dirige la canción. “Al final del día, creo que es importante que estemos dirigiendo a las personas a Dios en vez de incluso a las canciones o a nuestro movimiento”, dice Brian. “Creo que es muy importante que… no termine simplemente con la gente mirándonos a nosotros, sino que seamos como señales hacia él… Si eso ocurriera, eso sería suficiente para mí, porque entonces sentiríamos que hicimos el trabajo que estamos llamados a hacer con este disco”.
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