A pocos meses del lanzamiento de su disco debut, el dúo Gabriel y Vicky nos concedió una entrevista exclusiva para dar a conocer algunos detalles de este nuevo proyecto musical. Luego de su participación en la gira por Argentina en Unidos 2017 junto a Barak y Manny Montes, el dúo romántico abrió las puertas de su intimidad para develar los secretos de este matrimonio que decidió trasladar su vida conyugal al propio escenario.
“Nos conocimos rodeados de música”, señala Gabriel Castro. “Compartíamos un sello discográfico con el cual participábamos en giras”. En ese contexto, sucedió un episodio inusitado que los acercó mucho más. “Vicky estaba en medio de su presentación, mientras que yo aguardaba el momento de participar con mi banda. Cuando de repente ella recibió accidentalmente una descarga eléctrica y cayó desmayada. Gracias a Dios fui el primero en llegar para socorrerla. Y sin planearlo, ese día comenzó a escribirse una historia de amor que aún perdura”.
Para Virginia Passuelo (Vicky), “el dúo surgió en el plan de Dios antes que en el nuestro, pero desde el día que nos enamoramos supimos que queríamos cantar juntos”. De este modo, ambos dejaron atrás sus proyectos personales (él abandonó el grupo 20/20 y ella su carrera como solista), para recorrer de la mano esta nueva etapa profesional.
Respecto del costo de esa decisión, Vicky sostiene que “cuando llegó el momento tuvimos la convicción de que era el tiempo de Dios y nos comprometimos ciento por ciento con este proyecto sin dudarlo aunque no fue fácil, pero cuando hay convicción el compromiso se sostiene ante cualquier circunstancia. Y Dios nos proveyó, sostuvo y sorprendió en cada paso”.
En relación con el método de composición, Gabriel reconoce que “no hay una forma específica. A veces viene una melodía, a veces una frase o solo una idea a desarrollar sobre la realidad que nos rodea”. Esto al tiempo que alternan sus presentaciones con las responsabilidades parentales. “Nuestro primer ministerio es la familia”, asiente la mamá de Nicolás (9) y Thiago (4). “Cada vez que aceptamos algún compromiso, sabemos que le decimos no a alguna otra cosa. Así que tratamos que nuestro hijos no sufran nuestra ausencia por periodos demasiado largos”.
Sobre este primer disco, Gabriel asegura que “es el resultado de nuestra relación diaria con Dios quien nos marca siempre el norte, pero también refleja errores y aciertos que cada uno experimenta como lecciones”, además de resaltar la participación de grandes profesionales como Lisandro Nieto en la producción y composición, y el toque maestro del ingeniero de sonido Iván Talamantes.
También reveló algunos planes a corto plazo: “En el futuro inmediato a nivel producción, estamos muy entusiasmados en la filmación de nuevos videoclips en distintas locaciones de nuestro país”.
Además de su faceta musical, la pareja está a cargo de una iglesia en la que se presentan diversos problemas: “Como todo en la vida, cada día es un aprendizaje”, señala Vicky. “Las situaciones pastorales no son iguales todos los días como tampoco lo son los escenarios, pero Dios es siempre el mismo y nos sostiene y capacita para realizar todo lo que nos llamó a hacer. Porque tanto la música como el pastorado tienen una misma misión, que es llevar el mensaje de salvación”. Mientras que a diario, tienen sus propias ocupaciones: Gabriel se aboca a la producción de imagen y musical, en tanto su esposa está a cargo de su propia pastelería artesanal denominada Mis Cake Vicky.
Por último, el dúo define su estilo como una combinación entre el worship y el pop romántico. “Quisimos darle una identidad propia, algo que nos represente, por lo que hay cosas de ambos marcando una continuidad en cada canción sin importar el estilo de cada tema en especial”, confiesa Gabriel. Vicky completa la idea describiendo algunas de sus canciones: “Tenemos una bachata romántica como ‘El Mar de tus Sueños‘, un tema muy pop como ‘No te Vayas‘ junto a Kike Pavón o adoraciones muy profundas como ‘Imposible no Adorarte‘ o ‘Muestra Tu Gloria‘ con la colaboración de Miel San Marcos. Y en todas ellas hay una línea que hilvana desde el concepto vocal al abanico de color de las melodías, abarcando ambas vertientes musicales”.
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