Cómo Identificar Falsos Maestros (Parte 5) - ZonaVertical.com
Vida Cristiana

Cómo Identificar Falsos Maestros (Parte 5)

¿Son falsos profetas algunos cantantes que son pastores?
Cómo Identificar un Falso Profeta - Parte 5

En la entrada anterior vimos la primera pieza del rompecabezas que nos ayudará a identificar a un falso profeta: Por su fuente. Hoy veremos la segunda. ¿Cómo se identifica un falso maestro?

  1. Por su Mensaje.

Muéstrame un falso maestro y te mostraré a un predicador que ha distorsionado el mensaje del Evangelio.

En un congreso de liderazgo que se transmitió vía Internet desde la ciudad de Guatemala, un conferencista extranjero, ferviente representante de la mal llamada Teología de la Prosperidad, usó el pasaje de Marcos 10:29-30 para exacerbar las emociones de los asistentes. Alzando la voz decía: “La Biblia dice: ¡de cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba CIEN VECES MÁS!” Esto último con un fuerte énfasis para luego terminar leyendo: “¡ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras!”

La gente eufórica gritaba: “¡Amén! ¡Amén!” y hasta algunos se pusieron de pie aplaudiendo. El predicador hizo que repitieran la expresión “CIEN VECES MÁS” varias veces y cada vez con más fuerza hasta que la gente emocionada volvió a gritar, aplaudir y a ponerse en pie ante la promesa de prosperidad que leían en la Palabra.

Después de él pasó otro predicador. No era extranjero, era un guatemalteco y matizó el mensaje del primer predicador. No gritó ni buscó emocionar a la gente. Así que utilizando el mismo pasaje de Marcos 10:29-30, con voz tranquila dijo: “La Biblia dice: de cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras…” y al llegar aquí enfatizó: “AUNQUE CON PERSECUCIONES, y en el siglo venidero la vida eterna”.

Este predicador terminó diciendo: “¿usted quiere tener todo eso que promete la Escritura? Está bien, pero sepa que le costará mucho. No es fácil conseguir todo eso. Usted experimentará pruebas, dificultades… persecuciones. ¿Está dispuesto a experimentarlas?”

Lógicamente los amenes entre el auditorio fueron muchísimo menos que antes.

En el ejemplo anterior, el primer predicador era un falso maestro. El segundo un verdadero predicador del evangelio. Por eso dije al iniciar: muéstrame un falso maestro y te mostraré un predicador que distorsiona el mensaje del evangelio.

Debido al poco espacio con que cuento voy a resumirte de qué tratan los siguientes pasajes bíblicos. Todos ellos explican en qué consiste convertirse en un seguidor de Jesucristo. Por lo tanto, ¿alguien omite la verdad que contienen estos textos del Nuevo Testamento o nunca habla de las enormes implicaciones de lo que es ser un discípulo de Jesús? Entonces, es muy probable que te encuentres ante un falso maestro. Veamos:

Mateo 7:13-15

Jesús habló acerca de una puerta ancha y una puerta estrecha. Solo una de ellas conduce a la vida eterna. Por la puerta ancha van la mayoría, por la puerta angosta van los pocos. ¿Por qué? Porque la puerta ancha es la más fácil de transitar, la estrecha implica incomodidad, renuncia y sacrificio.

Lucas 9:57-62

Jesús interactuó con tres personas que querían convertirse en sus discípulos. A uno le dijo que no le ofrecía comodidades, a otro que rompiera su relación con papá y a otro que no mirara atrás para volver con su familia. Es decir, les planteó que convertirse en un discípulo requería renunciar a lo que más amaban.

Lucas 14:25-33

Jesús dijo claramente que nuestro amor por él debía ser más alto que el afecto que tuviéramos por nuestro cónyuge, padres, hermanos, etc. Es decir, habló del tipo de renuncia que espera de sus seguidores y del tipo de determinación que espera en aquellos que lo quieran seguir.

Marcos 10:17-31

Un joven acaudalado quiso seguir a Jesús, pero le dijo que primero fuera y vendiera todas sus posesiones y luego regresara y lo siguiera. El joven se fue muy triste porque su amor por lo que tenía era superior al amor que quería profesar por el Señor. Es decir, encontramos el mismo principio aquí, seguir a Jesús implica dejarlo todo.

Mateo 13:44-45.

Jesús ilustró cómo era el reino de Dios: es como un gran tesoro y una perla de gran precio; quienes al encontrarla renuncian a todo lo que tienen con tal de poseer dicho tesoro y dicha perla.

Entonces, ¿quieres saber quién es un falso maestro y quién no? Escucha su mensaje. O como le escuché a un pastor decir: “¿Cómo supo la Caperucita Roja que su abuela no era su abuela sino el lobo feroz? ¡Por el hocico!” ¿Quieres saber quién es un lobo vestido de oveja? ¡Escucha lo que sale de su boca!

En este sentido, las enseñanzas de tal o cual predicador, ¿van acorde con las enseñanzas de Cristo de abandonarlo todo y seguirle? ¿Son conforme a las exigencias de Jesús de renunciar hasta a la vida misma, para amarlo a él por sobre todas las cosas y hasta el final? ¿O es que ha matizado su mensaje ofreciendo un sendero de rosas sin espinas en donde todo irá bien? ¿Ah? ¿Expone fielmente las demandas que Cristo espera de sus seguidores o mejor les ofrece una vida de paz, abundancia y prosperidad?

Los falsos maestros son aquellos que solo enseñan sobre bendiciones, salud y riquezas; más no del pecado, del juicio final ni del infierno. Ellos predican solo de lo positivo del evangelio, no de lo negativo. Les gusta hablar de las cosas buenas que ofrece el reino de Dios, no de las no tan buenas que incluye. Predican para agradar a la gente, para hacer sentir bien al auditorio, para motivarlos y animarles a echarle ganas a la vida. Y claro, no está mal motivar y animar a las personas, pero si un pastor sólo predica sermones motivacionales obviando algunos temas que toda congregación necesita oír, entonces está en ruta de convertirse (si es que no lo es ya) en un falso maestro.

“Pero es que yo…” dicen algunos pastores, “me he especializado en algunos temas de la Palabra. Por eso solo predico del amor y la bondad de Dios. ¡Esos son mis temas!” ¿Ah, sí? Entonces si ese fuera su caso, usted no ha entendido su llamado pastoral y de predicar el Evangelio. Jesús dijo que hiciéramos discípulos “enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes” (Mateo 28:20 NVI). Es decir, no omitiendo nada del mensaje de Jesucristo. No solo hablar de las cosas bonitas que dijo, sino predicar tanto lo positivo como lo negativo; no solo de las cosas que más nos gusta hablar.

Para terminar, me parece curioso que cuando Jesús dijo: “Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. 14 Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran”, de inmediato añadió: “Ten cuidado de los falsos profetas…” (Mateo 7:13-15 NTV)

Como le oí decir a un pastor: “¿Quieres saber quién es un falso profeta? Es aquel que se pone bajo el umbral de la puerta estrecha y te dice: ¡entra por la puerta ancha!”

Continúa…