En una reacción muy esperada — y hasta exigida — por diferentes blogueros en redes sociales, Jesús Adrián Romero salió al paso de las críticas y decidió publicar una serie de tres videos en Facebook con el primer comentario “He decidido responder a todo lo que se dice de mí en las redes”.
La primera entrega, publicada el viernes 28 de abril, se centra en explicar las razones para romper el silencio y publicar sus descargos en video, para luego plantear conceptos como “la Iglesia y las Redes Sociales”, el sensacionalismo en la información, y el supuesto celo por la verdad y la justicia.
Uno de los puntos de conflicto de los que se hace cargo es el haber solicitado que fueran eliminados algunos videos de YouTube (lo que menciona como “tumbar videos”) y para ello da una respuesta triple.
El segundo video, publicado el sábado 29 de abril, apunta específicamente a confrontar las acusaciones de otros creyentes cristianos en contra de Jesús Adrián Romero, como su supuesta aprobación al matrimonio gay y la promoción de la homosexualidad.
Más allá de solamente aclarar su posición ortodoxa respecto de la homosexualidad, en su respuesta nos lleva a reflexionar acerca de la justicia social como centro de nuestro mensaje cristiano.
La tercera y última entrega de la serie “Respondiendo a lo que se dice de mí en las redes” de Jesús Adrián Romero, apunta a su relación con el catolicismo, el supuesto apoyo a la idolatría, el ecumenismo, y la diferencia con buscar acercamientos con personas de otras creencias.
En otro orden de cosas, responde a la idea que algunos le sugieren de “volver a las sendas antiguas” en relación con la nostalgia de escuchar canciones de hace 20 años atrás, y la supuesta omisión del nombre de Jesús, el Espíritu Santo, y Dios explícitamente en las letras de sus canciones.
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