La familia. Se presenta en todas las formas y tamaños. No importa lo lejos que estemos de casa, todos anhelamos un lugar de pertenencia y un círculo de personas de ideas afines que consideremos nuestro. La familia es todo lo que la banda de alabanza Leeland ha conocido.
Criados con una dieta constante de góspel y música tradicional de la iglesia, Leeland Mooring y su hermano y hermana, iban de gira con sus padres cuando estaban creciendo en Baytown, Texas. A medida que crecieron, los hermanos salieron por su propia cuenta para escribir y grabar bajo el nombre de Leeland.
Un contrato con un sello discográfico importante, cuatro nominaciones al Grammy, ocho nominaciones a los premios Dove, una serie de éxitos de radio, cuatro álbumes y dos EPs más tarde, el significado de la familia se ha redefinido para el grupo, cuando lanzan su quinto proyecto de estudio, Invisible (Bethel Music).
Con una formación actual compuesta de Mooring y Casey Moore, Leeland siente como si estuvieran finalmente llegando a ser ellos mismos como músicos y como personas. Casey se conectó con la banda hace seis años en un festival de música y ha estado tocando con ellos desde entonces, convirtiéndose rápidamente en una adición bienvenida al grupo y un hermano para Leeland. Ahora, después de una década de escribir, grabar y salir de gira, los miembros de Leeland no sólo tienen un nuevo álbum, sino también una nueva familia con quien compartir este nuevo capítulo de su ilustre carrera.
Una Nueva Temporada con Bethel Music
Desde sus primeros años haciendo música con sus hermanos hasta la formación de una hermandad con sus compañeros de banda, la familia ha sido un tema y una base sólida, que el líder ni siquiera se dio cuenta que fuera significativa en su historia. Sin embargo, cuando reavivó una amistad con Brian Johnson de Bethel Music a través de una iniciativa de composición, Leeland comenzó a darse cuenta que Bethel Music podría ser una familia a la que él podría pertenecer.
“A través de los años, fuimos simplemente grandes apoyos de todo — de su corazón y lo que estaban haciendo”, dice Leeland acerca de Bethel. “En todo caso, yo sólo quería generar relación y amistad… en esta nueva temporada, sintiéndome inseguro y caminando hacia nuevo territorio”.
A pesar del hecho que todos los miembros de Leeland ahora residen en Nashville, todo calzó naturalmente para una asociación con Bethel [que tiene base en California]. Después de firmar oficialmente con Bethel Music en 2015, la banda se ha integrado perfectamente en las giras, conferencias y eventos del respetado colectivo de adoración. Por encima de todo, el grupo se ha identificado rápidamente con el corazón detrás de la ética de Bethel.
“Hemos visto la visión en la iglesia de Bethel Music — su corazón para el mundo y para el reino — y simplemente hace resonancia con nosotros; así es que estamos apoyando eso”, comparte Leeland, añadiendo: “Siento que es una relación residual, en la que no sólo están ellos levantando nuestros brazos y animándonos a seguir adelante y que nos aventuremos en nuevos territorios, sino que, al mismo tiempo, también nosotros estamos entusiasmándonos, animándoles y levantando los brazos de ellos en cualquier manera que podamos”.
Encontrando Identidad Musical
Con el apoyo de Bethel Music, Invisible — el primer proyecto de larga duración de Leeland en casi cinco años — cementa la identidad musical de la banda, ya que muestra coloridas melodías pop que evocan su aclamado debut en 2006, Sound of Melodies. Sin embargo, Leeland admite que establecer su identidad ha tomado casi una década de descubrimiento y crecimiento personal.
“Se necesitan años para averiguar quién eres musicalmente, cuáles son tus pasiones, qué tipo de artista quieres ser y qué tipo de persona deseas ser”, afirma Leeland. “Nos llevó años”.
“Durante mucho tiempo mi identidad estaba en la música y el éxito de nuestra banda”, admite él. “Yo era muy afectado por los altibajos de una carrera musical, y era muy afectado por lo que la gente pensaba”.
Con toda la transición que ha moldeado los últimos años, Leeland y Casey están entrando en una nueva temporada con perspectiva fresca y una identidad arraigada en Cristo.
“La Biblia dice: ‘Conocer el amor de Cristo es ser llenado con la plenitud de Dios’ [Efesios 3:19]. Y creo que estamos experimentando eso más y más con cada día que pasa”, comparte Leeland. “Nuestra identidad está siendo desarraigada de la música, desarraigada del ministerio, desarraigada de todas las cosas buenas. Realmente no las puedes disfrutar hasta que tu corazón no esté arraigado en ellas. Cuando nuestra identidad está arraigada en Jesús, realmente podemos disfrutar de la música, realmente podemos disfrutar del ministerio… Podemos ser, finalmente, de todo corazón exactamente quienes queremos ser, sin miedo”.
Ahora ellos también definen el éxito con un barómetro diferente. “El éxito es conocerlo a Él”, afirma Casey. “Sabemos que nuestra identidad no está envuelta en lo que hacemos. Realmente podemos vivir en libertad y simplemente ser nosotros mismos… Espero que este disco realmente comunique ese mensaje a una gran cantidad de personas, simplemente que su identidad puede tener sus raíces en saber que son un hijo o una hija de un Padre asombroso que los ama tanto”.
La pista del título da voz a la historia de la relación de cada creyente con un Dios invisible, animando a los oyentes porque no son pasados por alto. Inspirada por la narración de Tomás, la canción sirve como un recordatorio de que el Dios invisible es real.
“Él no es una religión y Él no es una teología. Él es una persona”, reconoce Leeland. “Él no está buscando abogados para debatir su existencia; Él está buscando testigos. Él quiere que nosotros nos encontremos con la realidad de su amor, y después de ese encuentro en que Él se revele a nosotros… entonces nos convirtamos en tales testigos que digamos, como Tomás: ‘yo lo he sentido. Yo lo he tocado. Yo lo he oído. Él es real para mí’”.
La Realización de Invisible
Invisible fue grabado en Franklin, Tennessee, con el productor y compositor Kyle Lee a la cabeza. Kyle produjo y grabó el EP en vivo de Leeland en 2014, Christ Be All Around Me, y forjó una relación especial con la banda. Para este álbum, Kyle, Leeland y Casey construyeron simultáneamente el esqueleto sónico para cada pista, mientras entretejían las letras. Ellos luego enviaron demos preliminares para que el resto de los músicos retocaran sus partes individuales, antes de reunirse en el estudio días más tarde para grabar.
“Cada día pasó volando porque la estábamos pasando tan bien haciendo música y también realmente conectándonos con ella”, dice Leeland. “Fue el proceso más entretenido. No sé si alguna vez querré grabar un disco de alguna otra manera. Estoy como arruinado ahora”.
Este proceso de grabación único dio lugar a un proyecto que es a la vez líricamente profundo y musicalmente inventivo, con canciones destinadas a inspirar a un amplio espectro de adoradores multigeneracionales. La celebrada composición de Leeland, rica en verdad teológica, es evidente en todo al disco.
Las Canciones
“Lion and the Lamb”, un himno coescrito con Johnson y Brenton Brown, fue sin duda inspirado por Dios. La banda estaba dirigiendo la alabanza en California hace años cuando Leeland dice que el coro literalmente cayó del cielo mientras tocaba el piano suavemente durante un tiempo de oración al final del servicio. En múltiples ocasiones lo intentó pero no pudo completar la canción con otros escritores.
“Intenté escribir con otras dos personas y avanzar en él pero simplemente no funcionó. Ellos no parecieron demasiado entusiasmados con él y yo no iba forzarlo, por lo que sólo lo mantuve cerca de mi pecho y estaba esperando a la persona adecuada con quien escribirlo — alguien con quien me conectara”, comparte Leeland”. Brenton Brown se convirtió en ese coescritor de confianza después que Leeland compartió las letras iniciales con él en un retiro de compositores. Después de su coescritura, Leeland se comunicó por mensajes de texto con Johnson para tener su aporte adicional.
“Me sentí tan poco involucrado en la canción. La canción simplemente sucedió para mí… Pero esas son las mejores, me parece”, admite Leeland. “Ha sido un viaje especial el llegar a ver que esa canción tiene una vida propia”.
En otra parte de Invisible, las huellas digitales del colectivo artístico de Redding, California abundan, a medida que su influencia conectó a Leeland con el reconocido grupo de escritores de Bethel por primera vez. “A lo largo de los años, hemos llegado a escribir con una gran cantidad de coescritores, pero lo que ha sido tan cool es llegar a ver el corazón detrás de todos los escritores en Bethel porque llevan algo diferente, llevan algo único”, afirma Leeland.
La apasionada pista “Perfect Love” cuenta con las contribuciones poéticas de la compositora en ciernes Steffany Gretzinger, mientras que “Beloved” fue escrita en Australia con Darlene Zschech, cuya música tuvo una influencia enorme en Leeland y su familia mientras crecía. “Se sentía menos como una sesión de composición y más como un tiempo de adoración juntos”, dice él acerca de la coescritura. Además, la poderosa balada centrada en la cruz “Son Was Lifted Up” proporciona un momento destacado de adoración que se centra en el sacrificio de Cristo, con una ayuda de Johnson.
Con todo, Invisible se siente como un nuevo comienzo para una banda que ha pasado los últimos 10 años perfeccionando su arte, refinando su identidad y usando sus dones para la gloria de Dios. Ahora, después de andar un poco errantes, finalmente han encontrado un nuevo hogar y una familia con la cual compartir el viaje.
“Siento que con este álbum por fin hemos regresado a quienes estábamos destinados a ser — y no sólo musicalmente, sino con el corazón de las canciones. Todas las canciones hablan de identidad y de lo que somos en Cristo, porque eso es lo que Dios nos ha estado hablando a nosotros”, comparte Leeland. “No sentimos que estemos haciendo todo esto por Dios ahora; sentimos que lo estamos haciendo con él. Estamos simplemente disfrutando del paseo con él”.
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