Cada vez que me preguntan a qué me dedico y explico que trabajo en informática estimulo la curiosidad de la gente. Por lo general, prosiguen a echarme el cuento de que su computadora está lenta, o que quieren comprar una nueva, o que si les puedo ayudar a resolver algún problema.
Esto no me disgusta. Me apasiona el tema, de todas maneras. Al fin y al cabo, no solo trabajo en informática sino también soy usuario de las computadoras y estoy sujeto a las mismas complicaciones de los demás.
De vez en cuando, alguien aventurero me pregunta, “pero ¿qué es lo que haces?” Lo que hago, lo que en verdad hago, cada día, es asistir a reuniones y responder correos electrónicos.
El correo electrónico se ha convertido en una de las herramientas de comunicación y productividad más útiles que tenemos.
Este es el cuarto artículo de la serie, ¿Qué necesito para una presencia digital de impacto? La estrategia completa va así: Desarrollas tus IDEAS, las organizas en un sitio web útil y atractivo, y entonces usas el correo electrónico y las redes sociales para crear una comunidad de seguidores a quienes puedas comunicar tu mensaje.
Quiero darte siete consejos indispensables para que le puedas sacar el máximo provecho al uso del correo electrónico en tu ministerio.
1. Trata el correo electrónico de manera profesional
Debes darle al correo electrónico un carácter corporativo, serio y profesional.
Incluye un encabezado consistente para todos tus correos, impreso con tu identidad y tu sello, para que se reconozca con facilidad que proviene de tu organización o ministerio.
Incluye un pie de página también consistente. El pie de página necesita tener tu dirección física y enlaces para facilitarle a la gente el darse de baja si así lo desea. Esto es necesario para respetar las leyes en contra de correos no deseados, además que evita los bloqueadores automático.
2. Crea y administra un listado de suscriptores
Comienza a recopilar direcciones de correo electrónico lo antes posible y almacénalas en un listado de suscriptores.
Es preferible que ese listado no esté asociado a ninguna cuenta personal, ni la del pastor, ni la de un miembro de la iglesia, ni la de un empleado de la organización. El listado debe estar asociado a una cuenta corporativa de acceso restringido. Conviértete en el dueño de dicho listado y no dejes que personal no autorizado lo maneje.
Tu sitio web, además, debe proveer formularios sencillos para promover la suscripción a tus comunicaciones por correo electrónico. Estos formularios deben alimentar tu listado de suscriptores.
3. Escribe con claridad
A algunos de nosotros — me incluyo — nos gusta el vocabulario elevado y las frases ingeniosas. Las compañías de mercadeo moderno han demostrado en muchas oportunidades que la claridad supera al ingenio todas las veces, en particular cuando se trata de los correos electrónicos.
Ve al grano. Escribe con claridad el contenido de tus correos electrónicos y obtendrás mejor participación.
Cuida el vocabulario. Que sea sencillo y participativo para que tu mensaje llegue lejos.
4. Incluye una acción de seguimiento
En ocasiones no recibimos la respuesta que esperamos de nuestros suscriptores porque no incluimos acciones claras de seguimiento.
La claridad del punto 3 debe extenderse a lo que queremos lograr. Frases como por ejemplo, “Haz clic aquí para recibir más información” o “Responde a esta pregunta…” o “Añade la fecha a tu calendario” parecen obvias pero son necesarias.
Diseña también las páginas de aterrizaje a dónde se dirigirán dichas acciones. Nada peor que hacerle clic a algo que te lleva a una cosa completamente diferente o a una página que no existe.
5. Invita a la gente a compartir el correo
Esta es una acción básica. En pro de la claridad, no es recomendable que un correo tenga más de dos acciones, incluyendo esta.
La Biblia dice: “Pidan, y se les dará” (Mateo 7:7). Y si no pides… Puedes incluir una frase como: “si estos correos electrónicos son de bendición, por favor compártelos con tus familiares o amigos”.
Otra manera de invitar a la gente a compartir es proveyendo enlaces para que lo reenvíen por las redes sociales; Facebook, Twitter e Instagram son las más populares.
6. Envía comunicados con regularidad
Nada aniquila tu estrategia de correo electrónico tan rápido como la inconsistencia.
Si no te comunicas con frecuencia, la gente va perdiendo el interés. Si te comunicas con demasiada frecuencia, la gente se cansa y se va. Debes encontrar un balance que sirva mejor a tus propósitos.
Comprométete a un calendario regular de comunicados. Mínimo, deja saber a tus suscriptores que algo está pasando cada semana.
7. Utiliza un software de correo electrónico
Todas estas características que he enlistado del 1-6 son mucho más fáciles de manejar con el software apropiado para el manejo de tu correo electrónico.
Tanto Aweber, Mailchimp, o ConstantContact ofrecen planes gratuitos que suben de precio en la medida que aumentan tus suscriptores y/o la frecuencia de tus correos.
Con este tipo de software puedes definir listados de suscriptores, formularios para tu sitio web, plantillas para tus mensajes, enlaces para compartir y calendarios de publicaciones. Es más fácil y automatizado.
Con frecuencia encuentro que el correo electrónico es visto como un medio de segunda por algunas organizaciones y no le dan la importancia ni la atención que merece. Con estos siete consejos, tu organización o ministerio podrán hacer que el correo electrónico se convierta en un medio primario para la comunicación de tu mensaje de fe y esperanza.
Y tú, ¿le sacas el mejor provecho a tu correo electrónico? ¿Tienes una estrategia que incluye todos estos siete elementos?
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