“¿Qué te dijo tu papa?” Le preguntó su madre. Cuando el hijo le respondió, se llevó un gran regaño. Con 15 años, el no podía complacer a sus padres porque hacer algo por uno era casi traicionar al otro. Ambos padres demandaban lealtad exclusiva del hijo en contra de la otra persona. Por años, los padres usaban al muchacho como mensajero en vez de resolver sus asuntos directamente. Es decir, estaban usando la dinámica más antigua y más dañina en las relaciones familiares: la triangulación emocional. Como lo describo en mi libro, ésta dinámica estaba presente la familia de José.
¿Qué es la triangulación?
La triangulación es una forma de relacionarse que involucra a tres personas o asuntos, donde dos participantes no se comunican directamente (mira la figura siguiente). Cuando dos personas rompen su comunicación, van a enfocar su atención en una tercera persona para estabilizar su relación — van a crear un triángulo. La triangulación puede existir en toda área de nuestro mundo relacional, no solo en nuestras familias.
¿Soy parte de algún triángulo?
Es fácil pensar que el ejemplo de padres divorciados/separados que usan a su hijo como una pelota de ping pong es muy extremo, porque eso no ocurre en mi familia. Sin embargo, antes de descartar esta dinámica, considera lo siguiente:
- Si te encuentras atrapado en una situación donde estás llevando la responsabilidad por la relación de otros dos, estás triangulado. Ya sea que te den esa responsabilidad, o que tú la asumas.
- En el trabajo, esto ocurre con situaciones jerárquicas entre un supervisor, tú y otro trabajador o grupo.
- A nivel organizacional (iglesia, ONG, club, etc.), dos personas que no se llevan, crean un triángulo cuando ponen al líder de por medio. O una persona que busca frustrar los planes de otra, crea una alianza de conveniencia. “José no te respeta, pero yo estoy contigo ciento por ciento.”
¿Cómo nos afecta la triangulación?
Hay muchos problemas que resultan de la triangulación; por asuntos de espacio solo resalto los cuatro más importantes.
- Estar en el medio nunca va a cambiar la relación entre las dos personas en conflicto. No importa lo que tú hagas, nunca se va a solucionar el conflicto entre ellos dos, mientras sea tu responsabilidad resolverlo. Muchas veces el problema solo se empeora.
- Resolver los problemas de terceros es una forma de quitarles la responsabilidad por sus acciones y decisiones.
- La persona triangulada, siempre se queda cargada con el estrés de los otros dos, mientras ellos andan “tranquilos.”
- Los triángulos emocionales se multiplican porque están interconectados. En el caso real descrito arriba, cada padre está en un triángulo con el hijo de por medio, al igual que el hijo está en un triángulo con su padre y la nueva persona en su vida, y con su madre y su nuevo novio. De manera que realmente no es un triángulo, sino varios. Cuando crecen los triángulos, crece también la disfuncionalidad.
¿Qué puedo hacer para salir de esa triangulación?
Siendo una dinámica universal, la triangulación nos ha afectado a todos en algún momento. Si en este momento soy parte de un triángulo que está afectando mi familia, ¿qué puedo hacer para resolver el conflicto de manera distinta? Aquí ofrezco tres pasos claves:
- Identificar el triángulo. Si intento resolver el problema entre dos personas, tengo que identificar por qué estoy en ese lugar. ¿Qué me llevó a jugar ese papel? Una vez que entiendo por qué estoy en ese triángulo y quiénes son los participantes, entonces puedo cambiarlo.
- Describe cuál es el conflicto de la relación que afecta a las dos personas
- Identifica a los participantes
- Concéntrate en la relación, no el asunto. Es decir, no entres en una alianza de confidencialidad con una persona para esconder algo de la otra. Tampoco prometas hacer lo posible por arreglar “el problema”. Para ayudarles, la mejor promesa que puedes hacer es decirles que no vas a guardar ningún secreto. No hay nada que ellos deban decirte a ti que no se puedan decir directamente. He ahí la clave de la “destriangulación.”
- Retírate de en medio. Es imposible complacer a dos personas en conflicto simultáneamente, y mucho menos cuando tomo la responsabilidad por su relación. Pero cuando me retiro de en medio, ellos tienen la oportunidad de tratar sus asuntos directamente. Yo me hago responsable por mi relación con ellos, no por la relación entre ellos. La respuesta más sana es desengancharme del triángulo.
¿En qué relaciones estás triangulado? ¿Dónde te afecta más esta dinámica (familia, trabajo, congregación, comunidad, etc.)?
[Encuentra más abajo la casilla para agregar tu comentario]
Sitio oficial MarcelPonton.com. Síguelo en Twitter.com/MarcelPonton y Facebook.com/Marcel.Ponton.