Como solía suceder antiguamente cada vez que un ejército real regresaba de la batalla, se celebraba un gran banquete para honrar a sus príncipes y guerreros. Boanerges así lo hizo en Buenos Aires a dos décadas después de su primera conquista que denominó Señales Antes del Fin.
La cita fue el pasado sábado 19 de mayo en el mítico templo del rock argentino The Roxy La Viola Bar, donde Escristofrenia y Pacto Perpetuo fueron los juglares que tuvieron el privilegio de recibir a los centenares de invitados en la previa del aniversario.
Hasta que el sonar de la pomposa apertura de “Secreto Original” habilitó las compuertas del castillo para que avanzara la caballería real, con la emperatriz Gabriela Sepúlveda a la cabeza, escoltada por los fieles heraldos del Rey empuñando sus instrumentos cual espadas alzadas para la victoria.
Entonces la formación actual arremetió con su poderoso arsenal, ejecutando “Volviendo a las Raíces” y “Mente Suicida” que conforman el repertorio de su reciente producción.
Al dar vuelta la página de este épico cuento, abordaron el capítulo anterior de su extensa carrera interpretando “Sueña” y “Hora Novena” en la que se acopló su ex guitarrista Javier Fracchia, para continuar con el repaso retrospectivo al catapultar dos de sus clásicos. “Héroes en Soledad” e “Imperios y Reinos”, que formaron parte del EP Más allá del Umbral.
Así concluyó el primer acto de la velada, para dar paso al plato principal. Los acordes del misterioso órgano anunciaban como certeras campanadas la llegada del tan ansiado homenaje. Así fue que se detonó por orden cronológico la lista de temas de Señales Antes del Fin comenzando por “Boanerges“, seguido de “Date Otra Oportunidad”, “La Profecía Cumplida”, “Despertar de la Mentira” y “Necios sin Razón”, todos con los integrantes de hoy. A esta altura, la multitudinaria horda de seguidores estaba extasiada ante tamaña emoción.
Luego de un pequeño descanso para recobrar energías, llegó el momento que todos esperaban. En la oscura escena se vislumbraban las siluetas de los músicos de la formación; guitarristas acomodándose en la trinchera para salir a pelear. Con la presencia de Hernán Fortuna, Gustavo Rodríguez y Alberto Sabbatini en las tablas, se largó la cabalgata final a todo galope.
El set empezó con “El Tiempo Final” y “Nada ni Nadie”, alimentando el pogo popular de los hombres y las arengas en andas de las mujeres. Después llegó una pequeña bocanada de calma con el inicio apacible de “Por Siempre a Tu Lado”, para desembocar repentinamente en otro poderoso rock galopante, seguido de “Salmo 96”, que reavivó la adrenalina de sus nostálgicos seguidores.
Al promediar la noche, el festejo incluyó una enorme torta de cumpleaños que fue traída hasta el escenario por dos jóvenes princesas. Todo parecía concluir allí, aunque los Boanerges todavía guardaban un as en la manga.
Y como estocada final lanzaron una versión especial de “Poder Soberano”, interpretada con un cuarteto de guitarras y un dueto de coros compuesto por Fracchia y Sabbatini. De este modo culminó esta histórica jornada, que permanecerá grabada a fuego en la memoria y los corazones de quienes fuimos parte este gran banquete.
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