Durante la celebración de la Pascua, me di cuenta que todos estábamos en transición. José y su novia se estaban comprometiendo. Guillermo y la suya están por casarse. Eduardo y su esposa tienen una hija recién nacida. Pedro y su esposa por fin tienen a su nene en la escuelita y su hijo mayor ya está por terminar el tercer grado. Hernán y Daniela se están preparando para la graduación de su hija del bachillerato y ya todos mis hijos se graduaron de la universidad. Luis está enfrentando la enfermedad de su esposa que a los 95 años puede partir con el Señor en cualquier momento. Todas las familias enfrentamos transiciones, y toda transición trae estrés.
¿Por qué causa estrés el cambio de las transiciones familiares?
Las transiciones causan estrés por involucrar el cambio y los cambios inevitablemente involucran un tipo de pérdida. Es imposible cambiar y mantener las cosas iguales simultáneamente. Es una cosa u otra. Hay varios tipos de pérdidas:
- Pérdidas tangibles. Por una parte, la pérdida de seres queridos, o de la salud, o de una relación muy importante nos causa dolor, estrés, y en algunos casos desconsuelo. Por otra parte, la pérdida de un trabajo, o de una profesión, la pérdida de una casa, o de algo muy estimado también puede desubicarnos emocional y mentalmente. Estas son pérdidas obvias y medibles.
- Pérdidas intangibles. Cuando Rodrigo emigró de un país a otro, no pudo ejercer como médico por las leyes estrictas del país primermundista. Entre otras cosas, experimentó una pérdida de estatus social, y de influencia profesional, también perdió la camaradería con sus colegas y el nivel de conversación de su profesión. Esas pérdidas no se pueden medir, pero se sienten profundamente.
- Cambios de rutina. Esta es la mayor pérdida cuando se va un ser querido o cuando salen los hijos de la casa, o después de un trauma. La misma rutina, que trae un elemento predecible a la vida, ahora trae una nostalgia porque no tiene sentido continuarla bajo las nuevas circunstancias, o porque simplemente no se puede mantener.
- Cambio de roles o del papel que jugamos en la familia. El cambio más duro para Antonio fue sentirse inútil, porque ahora no era el proveedor de la familia. Después de su enfermedad, quedó discapacitado. Su esposa por igual perdió su rol y ahora asumió otro con el que no estaba contando. Estos cambios traen mucho estrés a toda la familia.
Cambios y transiciones nos desafían y es más fácil resistir que aceptar el desafío.
Resistimos el cambio negando la situación, o reaccionando con ira porque está ocurriendo sin nuestro consentimiento. Le tenemos miedo al cambio y por eso nos negamos a considerarlo. La confusión sobre las dimensiones y consecuencias del cambio que está ocurriendo, nos lleva a la tristeza y luego a la crisis.
Pero sin crisis (pequeña o grande, corta o larga) no hay aceptación ni crecimiento. Las crisis son elementos necesarios para el desarrollo del sistema familiar tanto como para cada uno de sus miembros. Sin embargo, toda crisis relacionada a una transición familiar se manifiesta con muchas emociones.
¿Cómo enfrentar las transiciones familiares?
Hay siete pasos que nos pueden ayudar a enfrentar las transiciones familiares efectivamente. Todas estas estrategias las describiré en el segundo artículo sobre Familias en Transición.
¿Cómo describirías la transición que estás enfrentando en tu familia? ¿Cuál es la causa principal de estrés en tu familia en éste momento?
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