Hace unos meses atrás fui retado a cambiar mi horario del día y convertirme en una persona que se levanta temprano en la mañana. Como me gustan los retos y los desafíos, quise probarles que yo podía cambiar. Al principio fue muy difícil y durante todo este tiempo he pasado por altibajos. En el proceso aprendí varias cosas que quiero compartir como principios para lograr un nuevo hábito.
- Decidí que había una gran ventaja en empezar el día temprano. Tiene que existir un beneficio importante como resultado del nuevo hábito, si se va a mantener. En mi caso específico, “le vi el queso a la tostada” en las siguientes áreas:
- Pude desarrollar proyectos que nunca había tenido el tiempo de hacer antes. Este blog y otros proyectos nacieron de ese tiempo.
- Pude tener un tiempo de solaz para nutrir el alma y para pensar sobre mis planes.
- Me daba tiempo para ejercitar todas las mañanas y salir a caminar. Esto me daba mucha más energía durante el día y afectaba mi ánimo positivamente.
- Tuve que cambiar mi rutina. Empezar un nuevo hábito es crear una cadena de hábitos secundarios. Es decir que para poder levantarme temprano aprendí que tenía que hacer las siguientes cosas:
- Tuve que cambiar la hora de acostarme. Es imposible estar fresco a las 05:00 am, si me sigo acostando a la media noche. Para levantarme a las 5:00 AM, tengo que irme a dormir a las 10:00 PM.
- Tuve que cambiar mi horario de la noche. Acostarme a las 10:00 pm quería decir que solo contaba con 4 horas en la noche que debía usarlas bien. Si perdía tiempo en la televisión o en el internet, violaba mi horario de irme a dormir y me levantaba tarde o muy cansado.
- Tuve que estructurar mi trabajo de la oficina, para no salir a cualquier hora, sino que me forcé a planificar los proyectos importantes para ser más efectivo y salir a tiempo.
- Esto me forzó a planificar “mi tiempo libre” en la mañana y en la noche para sacarle mayor ventaja.
- Me comprometí por un mínimo de 6 semanas. Ningún cambio se puede lograr de un día para otro. Estudios e investigaciones indican que desarrollar un nuevo hábito efectivamente toma 6 semanas en la mayoría de los casos. Me tomó dos meses aprender lo siguiente:
- Lo que mantiene mi nuevo hábito no es mi disciplina, ni mi fuerza de voluntad sino el placer de disfrutar mi nueva rutina con todos los beneficios que ha traído.
- La consistencia es más importante que la precisión. O sea, si me despierto a las 5:12, no digo, “ya es tarde, mejor sigo durmiendo.” Me levanto de todas maneras.
- Tengo que usar una alarma. No puedo confiar en mi “reloj interno.” Es decir, tengo que añadir (y a veces, eliminar) elementos en mi ambiente que me ayuden a mantener el nuevo hábito
- Recuerda, esto es un proceso, toma tiempo. Seis semanas es una inversión pequeña para lograr un beneficio grande.
- Cambiar un nuevo hábito es aprender sobre uno mismo. Esto ha sido un espejo de la conección entre distintas areas de mi vida.
- Cada domingo evalúo lo que trabajó bien durante la semana anterior y lo que no trabajó. Esto me permite analizar los patrones de conducta que se repiten y que pueden que ser modificados. Por eso descubrí el efecto de dominó que tiene cada hábito. Para cambiar una conducta, otras conductas que la apoyan, tienen que cambiar. Si no estoy dispuesto a cambiar las otras conductas, jamás podré mantener el nuevo hábito. En mi caso, para levantarme temprano, tengo que acostarme temprano. No hay otra forma de hacerlo efectivamente.
- Es importante ser flexible.
- El nuevo hábito aclara nuestros valores y nuestras metas: ¿por qué estoy haciendo ésto, y cuál es la ventaja de mantener esta conducta?
- Un nuevo hábito se va a mantener exitosamente, si cabe dentro de un propósito más grande. Yo he cambiado mi horario matutino porque quiero escribir. Y quiero escribir porque quiero compartir con una audiencia mayor los principios de vida que he aprendido a nivel personal y a nivel clínico. A pesar de todas mis buenas intenciones, nunca pude hacer eso acostándome a las 02:00 de la madrugada y levantándome entre las 08:00 o 09:00 am.
- Para empezar, hay que preguntarse, ¿qué es lo que quiero lograr y cómo puedo lograrlo?
- Una vez que identifico mi meta, la nueva conducta se hace clara.
- De allí le doy 6 semanas para establecer mi nuevo hábito, siendo consistente.
- Evalúo cada semana los elementos de mi rutina que facilitan o estorban mi nuevo hábito.
¿Qué hábito deseas cambiar tú?
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